jueves, 31 de agosto de 2017

Cielo

Estoy aqui sentada, comiendo doritos, pensando en ti.

Sabe Dios que nunca me gustaron los doritos, han sido como un gusto adquirido... como el redbull. 
Tengo la ansiedad atorada en la garganta,  no puedo detenrme... me siento mal, los nervios me estan consumiendo.  Llevo las ultimas 3 semanas en un eterno atracon... como cunado llegue a Canada y me comi al mundo. 

Dime... ¿que va a pasar? ¿que quieres tu? 


Hola,

Hace muchos años no escribía una carta a mano, me siento como de 17 años. Realmente no se que escribirte, solo sentia la necesidad de hacerlo, de darte algo de mi. Se que quiero darte las gracias por estos dos meses, por haberme hecho muy feliz. Quisero que sepas que me ha hecho muy feliz conocerte, poder compatir mis tardes contigo. No quisiera que te fueras, pero se que tienes tu vida allá, asi que no te puedo pedir nada... pero si te puedo decir todo lo que siento por ti. 

Y siento que haberte conocido me volvió cambiar una vez mas. Ojala la vida nos vuelva a reunir. 


Me cuesta un poco pensar que no te voy a volver a ver... y quisiera creer que si te voy a volver a ver, algo me hace aferrarme a creer que en algun momento nos volveremos a encontrar y te podre abrazar otra vez. Tal vez esto sea un bastante cursi... pero en verdad, no me queria quedar con las ganas de decirtelo... y a veces no soy muy buena para decir lo que siento. 

Y si en verdad nunca mas nos volvemos a ver... al menos podras guardar esta carta como un recuerdo fisico que la chica que conociste alguna vez. 

De verdad, gracias por estos dias juntos. Seran una eternidad para mi. 

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